lunes, 6 de abril de 2015

ECONOMÍA AZTECA

La economía de la civilización azteca se basaba justamente en el pago de tributos, en mercancías, de los pueblos de Mesoamérica sometidos a ellos. Los aztecas al no destruir las ciudades sometidas y apoyar el mantenimiento relativo del poder local obtuvieron gran recaudación de tributos. Se estima que al final del Imperio Azteca la ciudad de Tenochtitlán recibía toneladas de maíz, frijol, cacao, chile seco, centenares de litros de miel, millares de fardos de algodón, manufacturas textiles, cerámicas, armas, además de animales, aves, perfumes, papel, etc.
La producción agrícola de la cultura azteca estaba basada esencialmente en la producción de cereales, sobretodo de maíz que, en verdad, fue la base de la alimentación de las civilizaciones. Es muy probable que esas sociedades no se hubieran desarrollado sin el maíz, pues ellos sustentaban y posibilitaban el crecimiento de su población en ese cereal.

La posesión de tierras tenía una característica muy interesante: el Estado azteca era propietario de todas las tierras y las distribuía a los templos, ciudades y barrios. En las ciudades y barrios, la explotación de las tierras tenía un carácter colectivo, todo hombre adulto tenía derecho de cultivar un pedazo de tierra para su sobrevivencia. En la fase final del imperio azteca, esa relación fue modificándose, pues los sacerdotes y jefes militares se eximieron del trabajo en la tierra, creando una forma de diferenciación social.
Forma de economía.

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